jueves, 29 de mayo de 2014

CUANDO UN SER QUERIDO SE VA



 “Luego de varios meses tras la pérdida de Tobi, continúo sintiéndome tan afligida por la muerte de mi perro que ni siquiera puedo hablar de él. Extraño mirar la televisión con él sobre mi regazo y los paseos juntos. Tan solo recordarlo se me saltan las lágrimas.”

Las mascotas pueden ser una parte importante de la vida de una persona, y ocupar un sitio especial en su corazón. Una mascota puede ser un compañero fiel, una parte fundamental en el núcleo familiar y de las rutinas que sigue una persona; puede dar un amor incondicional que muchas personas, en particular los adultos mayores, no pueden obtener de nadie más. Cuando muere una mascota especial, esta pérdida puede tener un impacto significativo sobre la salud y el bienestar de sus propietarios. Hoy existe una conciencia pública creciente acerca de la angustia que las personas pueden sentir cuando muere una mascota querida.


¿Cómo se benefician las personas mayores del hecho de tener una mascota?

Las mascotas pueden proporcionar a sus propietarios la sensación de propósito y realización, compañía, afecto, aceptación y amistad. Las mascotas confían en sus propietarios al ser los responsables de sus cuidados (alimento, agua, ejercicio y cuidado médico), lo que puede proporcionar al propietario un sentimiento de responsabilidad y de sentirse necesitado. A cambio, las mascotas a menudo expresan su satisfacción, a través de sus trinos, meneos, lamidos o ronroneos. Una mascota puede proporcionar oportunidades de contacto físico, tales como el hecho de tocarla, abrazarla o acunarla, e incluso puede ser un compañero a la hora de dormir. Los propietarios hablan, pasan tiempo y se divierten con una mascota; a través de esta interacción puede tornarse una parte integral de la vida diaria. Para muchos, una mascota puede ocupar el lugar de “amigo valioso” o “un miembro más de la familia”, con los mismos derechos y obligaciones.
Cuidar y dar un hogar a un animal pueden ayudar a una persona mayor a mantenerse activa y saludable. Este involucrarse activamente con un animal puede ayudar a bajar la presión sanguínea, reducir el estrés y la pérdida ósea o disminuir los niveles de colesterol. Una mascota también puede dar la oportunidad de conocer a otras personas y relacionarse con ellas, como por ejemplo, reuniéndose otros propietarios en el parque o conversando con el personal de la clínica veterinaria. De este modo, una mascota puede ayudar a disminuir o prevenir sentimientos de aislamiento y soledad.


¿Cómo podría afectar la muerte de una mascota a las personas mayores?

Perder a una mascota querida significa perder una relación afectiva especial y única; su pérdida puede ser insoportable, en particular si usted está experimentando otras pérdidas, muchas de las cuales son comunes al proceso de envejecimiento. No es inusual, por ejemplo, para los adultos mayores, que sus amigos de mucho tiempo, su cónyuge y una mascota, mueran todos dentro de un periodo de tiempo breve. Su mascota puede haber sido el único vínculo que le quedaba con el pasado, o quizás fue su leal compañero durante un tiempo difícil, o bien usted puede haberse mudado de su viejo vecindario a un nuevo entorno, y su mascota puede haber sido su fuente de fortaleza durante la transición hacia su nuevo hogar. Para aquellos que estaban sobrellevando una enfermedad crónica, su mascota puede haberlos confortado, manteniéndose cerca o lamiendo su mano. Para otros, su mascota puede haber estado adiestrada para ayudarlos con sus actividades diarias. Por ejemplo, igual que como un perro lazarillo está específicamente entrenado para ayudar a desplazarse a alguien con dificultades de visión, su mascota puede haber estado adiestrada para traer objetos en la casa o para alertar a otras personas en caso que usted necesitara ayuda en una emergencia.
La pérdida de su mascota puede cambiar su perspectiva ante la vida, la cual puede perder sentido en su día a día, experimentando sentimientos de vacío o tristeza al no tener ya un perro que llevar a caminar, o un ave a la que hablar, o un gato que cepillar. Además, la pérdida de una mascota amada puede recordarle su propia vulnerabilidad y mortalidad. Esto puede traerle sentimientos de preocupación acerca de conseguir otra mascota preguntándose si la nueva mascota quedará huérfana en caso que usted sufriera una hospitalización prolongada o muriera.


¿Cuáles son los sentimientos comunes cuando muere una mascota?

El dolor es una respuesta natural a la pérdida de un vínculo. Es normal padecer dolor por una mascota que ha sido parte de su vida. No hay maneras correctas o incorrectas de expresar sus sentimientos relacionados con la pérdida de su mascota amada. Algunas personas son aparentemente emocionales, mientras que otras manifiestan sus sentimientos en forma privada. Algunas sentirán el dolor sólo durante días o semanas, mientras que a otros puede tomarles meses o incluso años recuperarse de la pérdida de un animal amado. Su propia reacción y sus sentimientos relacionados a esta pérdida dependerán probablemente de la naturaleza de la relación que usted tenía con su mascota, cuánto tiempo ella formara parte de su vida, si la muerte fue repentina o gradual, y de la situación en que murió su mascota.
Si su tristeza o dolor parecen incrementarse con el paso del tiempo, o se da cuenta de que la pérdida de su mascota afecta su capacidad de hacer sus rutinas diarias, probablemente sea tiempo de buscar consejo profesional que le ayude a sobrellevar su dolor.


¿Por qué los sentimientos acerca de la pérdida de una mascota a menudo se esconden?

Usted puede sentirse disgustado y triste acerca de la pérdida de su mascota y encontrarse escondiendo estos sentimientos a los demás. Puede creer que es inapropiado, bobo o débil estar tan preocupado por la muerte de un animal. O puede haber sido criado en la creencia que demostrar las emociones es impropio, lo que le dificulta expresar sus sentimientos personales. Si se siente avergonzado, abochornado o incómodo con su reacción emocional ante la muerte de su mascota, es habitual tratar de ignorar o de disfrazar su dolor. Además, algunas personas bienintencionadas pueden decir cosas inapropiadas como “siempre puedes comprar otra”; esto podría ser cierto, sin embargo, esta afirmación no da cuenta que su mascota era única ni de la relación especial que ustedes disfrutaban. Si se siente incomprendido, usted podría decidir no compartir la tristeza que padece.
Nuestra sociedad no siempre reconoce la profundidad de sentimientos que puede acompañar la pérdida de una mascota. De ese modo, muchas comunidades no ofrecen ninguna manera, o muy limitadas, de compartir la pérdida de una mascota con otros (por ejemplo, rituales, ceremonias o memoriales).
Padecer el dolor por la pérdida de una mascota, aunque difícil, puede ser un proceso saludable. Contenerse puede alargar el proceso de duelo.


¿Cómo puedo sobrellevar la pérdida de mi mascota?

Es común sentir pena por la pérdida de una mascota. Es importante darse cuenta que las cosas mejorarán con el tiempo. Aquí se enumeran algunas cosas que usted puede hacer para sobrellevar mejor la pérdida de su mascota:
        Hablar de sus sentimientos hacia su mascota con personas compasivas, sensibles y comprensivas.
    Recordar a su mascota haciendo un álbum de recortes acerca de ella, ponga un cuadro con una fotografía de ella en un lugar especial o escriba una historia o un poema sobre ella.
        Participar en un grupo de apoyo.
     Considerar la posibilidad de celebrar un servicio en su memoria, adquirir un sitio de sepultura o poner una marca de piedra en su jardín o en un cuarto de su casa.
       Hacer una contribución en memoria de su mascota a una institución de caridad que prefiera o a una organización de rescate de animales. Decir adiós puede darle la oportunidad de expresar sus sentimientos, alcanzar un cierre y pensar acerca del rol de la mascota en su vida.
        Ofrecerse como voluntario a alguna institución de caridad o grupo religioso a los que esté afiliado, a fin de estar ocupado y con otras personas. Los refugios para animales y las organizaciones animales necesitan gente para llevar a caminar, acariciar y cuidar de animales abandonados.
        Incrementar su interacción con la familia, los amigos y los grupos sociales de su comunidad.
        Leer libros y revistas acerca de la pérdida de mascotas y cómo manejar sus sentimientos de dolor.


Bibliografía:

Modificado de www.cornellcares.org

miércoles, 21 de mayo de 2014

Llega la primavera y con ella las pulgas

Como todos los años en esta época aparecen las pulgas y con ellas picores, rascado, alergias y otros problemas. Y como todos los años empiezan a llegar animales intoxicados por malas decisiones de sus propietarios.

El gato es una especie muy particular y especialmente sensible a diversos productos de uso habitual e inocuos para personas, perros y otras especies. Al igual que algunos fármacos pueden emplearse en personas adultas y estar contraindicados en niños, ancianos o si la persona sufre una determinada patología; muchos medicamentos y productos naturales pueden ser apropiados para perros y no serlo para pacientes felinos, por lo que debemos extremar las precauciones.

Todas las semanas en estas fechas llegan a consulta gatos intoxicados y escuchamos las mismas frases:
- Aproveche la pipeta del perro y le eche unas gotas.
- Use el spray que tenemos en casa para las hormigas (cucarachas...).
- En la farmacia pedi una loción para los piojos de los niños.
- Aplicamos un extracto natural de...
- Mi vecino me recomendo aplicar aceite quemado de motor.
- Etc, etc...

Intentaremos aclarar estas afirmaciones:

1) Gran parte de las pipetas y productos antiparasitarios empelados en perros son tóxicos en gatos, especialemente aquellos que incluyen permetrinas. Dando lugar a un cuadro de convulsiones que puede llegar a tener graves e irreversibles consecuencias.

2) Los sprays para insectos de uso ambiental no están formulados para su uso sobre animales vivos. Además de poder dar lugar a un cuadro de toxicidad por el principio activo, los excipientes y propelentes pueden no ser tolerados por los animales, causando irritación, alergias y otros problemas.

3) Muchas de las lociones para tratar la pediculosis infantil incorporan insecticidas, entre ellos las permetrinas, altamente tóxicas en gatos, incluso en dosis muy bajas.

4) Se suele creer que los productos naturales son inocuos pero no es cierto, existiendo productos con imprtantes efectos adversos. Así, encontramos piretroides naturales (es la misma familia a la que pertenece la permetrina) como los presentes en crisantemos y en otras flores y plantas ornamentales, altamente tóxicas en felinos. Además, no debemos olvidar que el olfato de nuestras mascotas está mucho más desarrollado que el nuestro y el empleo de algunos de estos extractos pueden alterar su función olfatoria y respiratoria, alterando su bienestar.

5) Existen numerosas recomendaciones no carentes de riesgos como el empleo de azufre o aceite quemado de motor. Ambos productos son extremadamente tóxicos y así, el aceite quemado incluye metales pesados (plomo, cianuro, etc) y otros compuestos capaces de provocar cuadros de toxicidad aguda o crónica.

Por todo ello recomendamos encarecidamente que empleen productos registrados para su uso en gatos y que si tienen alguna duda consulten con su veterinario antes de tomar una decisión que pueda no tener marcha atrás.